ENURESIS
La enuresis o incontinencia urinaria consiste en
la emisión repetida de orina de manera involuntaria durante el día o en la
cama por la noche.
Para que sea considerada enfermedad debe producirse por lo menos dos
veces cada día durante un mínimo de tres meses consecutivos y en niños mayores
de 4 años.
Suele ser más frecuente en varones, a partir de los cinco años y
aparecer con más frecuencia durante la noche.
La enuresis no suele
desencadenarse como consecuencia de otra enfermedad, como diabetes o narcolepsia, entre otras, o por la toma de
sustancias como los diuréticos.
Se estima que, en la actualidad existen más de 500.000 niños enuréticos
y que afecta al 10-13 por ciento de los infantes de 6 años y al 6-8 por ciento
de los de 10 años.
VIDEO ENURESIS, HISTORIA
- La enuresis nocturna se produce principalmente porque el niño está profundamente dormido y no se despierta cuando su vejiga se llena y debe vaciarla.
- En la mayoría de los casos esta patología es hereditaria, por lo que, si uno de los progenitores ha tenido enuresis durante su infancia, las probabilidades de que sus hijos también la tengan son elevadas.
- Otras causas pueden ser la alteración del sueño, no haber aprendido bien a controlar la micción durante los primeros años de aprendizaje o como resultado de tener alguna otra patología.
- Las situaciones de estrés también pueden provocar la aparición de la enuresis, sobre todo secundaria. Éstas pueden ser el divorcio o la separación de los padres, el fallecimiento de un familiar, el cambio de residencia, el nacimiento de un hermano, debido a accidentes e intervenciones quirúrgicas, ante abusos sexuales, hospitalizaciones, etcétera.
- Además, los niños que viven en hogares desestructurados o con pocos recursos económicos, tienen también más probabilidades de padecer enuresis.
La mejor forma de prevenir la enuresis es educar al
niño para controlar bien la miccióndurante los años de aprendizaje.
Los expertos recomiendan que empiecen fijando la frecuencia
con la que tienen que acudir al baño y no levantarlo por la noche si el niño no
pide ir al aseo.
Otras recomendaciones incluyen no retirar el pañal antes de
los 24 meses ni alargar su uso más allá de los 3 años.
Según la Asociación Española de Pediatría, puede
clasificarse en sólo nocturna, si la emisión de orina se produce sólo
durante el sueño (la más frecuente); sólo diurna, si la micción
involuntaria ocurre durante las horas de vigilia o nocturna y diurna, si
es una combinación de ambas.
Además, se distinguen dos tipos:
Enuresis
primaria
La enuresis primaria ocurre cuando el niño nunca ha sido capaz de
contener la orina. Esta forma es más frecuente en el sexo masculino, entre 1,5
y 2 veces más que en las niñas y suele disminuir a medida que el niño va
creciendo.
Enuresis
secundaria
La enuresis secundaria surge cuando el niño ha tenido un periodo de
continencia, habitualmente entre seis meses y un año, y posteriormente ha
tenido una recaída que se prolonga, como mínimo, seis meses. Esta
reincidencia puede deberse a situaciones que el niño está viviendo y que le
provocan estrés, como el divorcio o la separación de los padres.
El
diagnóstico de la enuresis comienza con una entrevista clínica con el
paciente. Ésta permitirá obtener información sobre la enfermedad (presencia de
estreñimiento, hematuria, capacidad de retención diurna, dolor de cabeza, volumen de la orina que
emite el niño, etc.), las características de la enuresis (primaria o
secundaria, frecuencia de noches con episodios, hora a la que se producen,
facilidad para despertar, etcétera), presencia de factores que favorezcan la
enfermedad (antecedentes familiares o conflictos, por ejemplo) y la actitud de
los padres (premios o castigos).
A
continuación el especialista realizará un examen físico y podrá solicitar
pruebas como un análisis de orina y un urocultivo para
confirmar una infección de orina. Si las pruebas dan
negativo hay que descartar otros trastornos menos habituales, como
malformaciones o problemas nerviosos.
En el caso de
que la enuresis no sólo sea nocturna, sino que el paciente también tenga
problemas de incontinencia durante el día, habría que hacer un examen clínico
más exhaustivo que incluya una ecografía renal, una urografía
intravenosa (UIV) y radiografías con contraste de la vejiga y la uretra
(cistouretrografía).
Si el
paciente tiene enuresis nocturna secundaria, las probabilidades de que ésta
aparezca como consecuencia de algún problema orgánico, como por ejemplo una
infección urinaria, es mucho mayor. Además, si tiene síntomas intestinales es
probable que el especialista encargue otros estudios adicionales que permitan
confirmar el diagnóstico.
TRATAMIENTOS
En un gran porcentaje de niños, la enuresis desaparece
de forma espontánea antes de los 6 años de edad. Si este proceso no se lleva a
cabo hay que tener en cuenta los efectos psicológicos en el menor (vergüenza) y
llevar a cabo un asesoramiento inicial.
El mejor tratamiento para evitar estas incontinencias es que
el paciente siga rutinas como miccionar antes de irse a la cama, llevar la
cuenta de las noches que moja o no la cama y no beber líquidos desde dos o tres
horas antes de acostarse (sobre todo refrescos con cafeína).
Además, existen unas alarmas de enuresis, que con un
estruendoso sonido despierta al niño. Se trata de un detector de humedad con
una eficacia del 70 por ciento. Una vez parezca solucionado el problema, es
recomendable seguir usándola hasta tres semanas después de la última
incontinencia.
Junto con esto se podría reforzar el tratamiento con ejercicios
de la vejiga, como retrasar el máximo posible la micción para fortalecer esa
zona.
Por último, también existen tratamientos farmacológicos.
Se recomienda el uso de desmopresina, que disminuye el volumen de líquido
mientras se duerme, o la oxibutinina que actúa aumentando la capacidad de la
vejiga. A la imipramina se debería recurrir en última instancia, si los
anteriores tratamientos no consiguen buenos resultados, debido a sus efectos
secundarios.
La encopresis es un trastorno común en niños y suele
estar relacionado con factores psicológicos que causan ansiedad. Por eso es
conocido también como “encopresis infantil” y suele acompañarse de la enuresis.
La encopresis es la evacuación de heces, voluntaria o
involuntaria, que no se debe a trastornos orgánicos y que ocurre de forma
repetida en lugares que no son los que se consideran apropiados para defecar
(incluyendo la ropa interior o el suelo, por ejemplo).
Aunque en algunas ocasiones esta evacuación es intencionada,
en la mayoría de los casos resulta ser involuntaria, lo que puede relacionarse
con el estreñimiento. La encopresis es frecuente en los niños de 3 a 4 años y
es muy poco común a partir de los 8, pero también puede pasar. Sucede con mayor
frecuencia en los niños que las niñas.
Las causas de la encopresis infantil pueden ser muchas y suelen variar según el caso y el desarrollo psicológico de cada niño. La encopresis, como la enuresis, suele ser común en los niños que han comenzado a controlar sus esfínteres poco tiempo antes.
Por ejemplo, puede deberse a una ansiedad relacionada con con el lugar concreto donde el niño tiene que defecar o a alguna conducta negativista desafiante, es decir, a un comportamiento retador que indica de manera inapropiada la disconformidad del niño con algo externo.
VIDEO HECHO POR
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
VIDEO ENCOPRESIS
Por eso es importante que los padres tengan paciencia y no los presionen. Las actitudes paternales flexibles brindan confianza al niño y permiten evitar que el niño experimente la evacuación como un momento estresante.
También hay que recordar que cada niño tiene un organismo distinto, y puede pasar que esté listo para controlar la evacuación en momentos distintos a los de otros niños. Sobre todo es importante tomar esto en cuenta si el niño tiene una discapacidad diagnosticada.
La encopresis infantil suele tener causas psicológicas
Algunos de los factores concretos que pueden hacer que el niño sienta esta inconformidad son aquellos relacionados con el comienzo de una etapa nueva donde el niño debe modificar parte de sus hábitos o establecer un nuevo rol, por ejemplo su primera vez en la escuela o la llegada de un nuevo hermano.
- No ser capaz de retener las heces hasta llegar al baño (incontinencia intestinal)
- Defecación en lugares inapropiados (como en la ropa del niño)
- Mantener las defecaciones en secreto.
- Tener estreñimiento y heces duras.
- Realizar una exploración física y analizar los síntomas, los movimientos intestinales y los hábitos alimentarios, a fin de descartar causas físicas del estreñimiento o la defecación involuntaria
- Realizar un tacto rectal para verificar si hay heces retenidas, lo que implica insertar un dedo lubricado y con guante en el recto de tu hijo al tiempo que presiona su abdomen con la otra mano
- Recomendar una radiografía para confirmar la presencia de heces retenidas
- Sugerir que se realice una evaluación psicológica si hay problemas emocionales que contribuyen a los síntomas de el niño.
TRATAMIENTOS
Por lo general, cuanto antes se comience el tratamiento para encopresis, mejor. El primer paso implica vaciar el colon de las heces retenidas. Después de esto, el tratamiento se centra en estimular los movimientos intestinales saludables. En ciertos casos, la psicoterapia puede ser un agregado útil para el tratamiento.
Cómo quitar del colon las heces retenidas
Existen varios métodos para limpiar el colon y aliviar el estreñimiento. Posiblemente, el médico de el niño recomiende al menos una de las siguientes opciones:
- Determinados laxantes
- Supositorios
- Enemas
El médico de el niño puede recomendar un seguimiento minucioso para controlar la evolución de la limpieza del colon.
Alentar las evacuaciones intestinales saludables
Una vez que el colon esté limpio, es importante que el niño se aliente para que tenga evacuaciones intestinales con frecuencia. Es posible que el médico recomiende lo siguiente:
- Cambios en la dieta, a fin de incluir más fibras y beber líquidos adecuados
- Laxantes, interrumpirlos en forma gradual una vez que los intestinos vuelven a funcionar con normalidad
- Enséñale a el niño a ir al baño lo antes posible cuando surja la necesidad de tener una evacuación intestinal
- Se indica interrumpir por un breve período la leche de vaca o controlar la intolerancia a la leche de vaca.
Modificación del comportamiento
El profesional de salud mental pueden discutir sobre las técnicas para enseñarle a el niño a tener movimientos intestinales regulares. En ocasiones, esto se llama modificación del comportamiento o reentrenamiento de los intestinos.
VIDEO HECHO POR
MONICA ALEJANDRA RAUDA ALVAREZ
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https://www.youtube.com/watch?v=D1Zl6kn0NQc&feature=youtu.beREFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
https://es.wikipedia.org/wiki/Enuresis
https://cuidateplus.marca.com/enfermedades/psiquiatricas/enuresis.html
http://mojarlacama.es/tratamiento/
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001570.htm
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/encopresis/diagnosis-treatment/drc-20354500